Existen dos términos acerca del aprendizaje de lenguas, “hablar el idioma”
o “conocer el idioma” y a veces, ambos se confunden. El primero referido a
aprender y aplicar las reglas gramaticales, lo que nos dará una visión muy
limitada del idioma. Por otro lado, ya que las lenguas evolucionan, se van adaptando
a los cambios, a la sociedad y a las nuevas tecnologías es por tanto que
conocer el idioma implica mucho más, y tiene muchas más ventajas que pueden
facilitarnos la labor de aprendizaje.
La tecnología en el aula ya no es el futuro, sino el presente de la educación
formando un tándem perfecto para alcanzar el dominio de la nueva lengua. Estas herramientas
tecnológicas actuales como apoyo a la formación resultan más efectivas,
motivadoras y atractivas a los alumnos por lo que aseguran el éxito en su
aprendizaje, dejando pasar a un segundo plano el libro de texto y haciendo que
este aprendizaje sea más participativo y enriquecedor. El estudiante se siente
más identificado con los dispositivos actuales en los que puede practicar el
idioma a través de diversas herramientas, tanto dentro como fuera del aula y en
el momento que el precise o decida, permitiendo de esta manera una inmersión
lingüística más completa, autónoma y significativa.
Para el docente, también existen ventajas de motivación, facilidad de
gestión, y seguimiento y evolución de los alumnos gracias a plataformas
educativas online adaptadas a las necesidades de cada docente y centro. Pero su
papel ahora es crucial, pues ha de adaptarse a la velocidad que marcan las
nuevas tecnologías debiendo estar capacitados y formados para la aplicación de
dichas tecnologías al aprendizaje, de manera coherente, crítica y adaptada al
currículo. Para esto es necesario en el docente:
- Conocimientos de los procesos comunicación de los diferentes medios.
- Conocimientos sobre los diversos tratamientos del conocimiento y la información.
- Conocimientos de aplicación didáctica de las TICs al aula.
- Criterios válidos para la selección de materiales adecuados.
- Capacidad de adaptación y reciclaje continuo.
Los roles conocidos hasta ahora cambian, y el docente pasa, por tanto, de
ser fuente y transmisor de conocimiento a guía en el proceso de enseñanza-aprendizaje;
y el alumno, a su vez, de sujeto pasivo a protagonista activo, autónomo y
responsable de su aprendizaje.
En definitiva, la incursión de la TICs en la educación ha propiciado la
creación de experiencias únicas en el proceso de enseñanza-aprendizaje pudiendo
surgir espacios donde compartir, debatir, crear, opinar, etc, en definitiva
espacios, muy comunicativos donde todos participan y se enriquecen de cada
aportación, y el aprendizaje es activo e interactivo, y fomenta el aprendizaje
colaborativo facilitando la atención a la diversidad del aula y enriqueciendo el
proceso de aprendizaje. Por lo que debemos entender y aceptar, pues, estas
herramientas a nuestro alcance, como un recurso más, favorecedor y facilitador
de la labor de enseñanza-aprendizaje.
Hola Myram, muy bonito y muy completo. Además la estética de la foto es genial.
ResponderEliminar¡Felicitaciones y sigue así!